Cesta
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En la claridad del aire
silencio y quietud
nada la calma
flota la luz
se desbordan los brillos
asoma la pereza de la contemplación
se detienen los pasos a la orilla del mar
embriaga la paz
juegan las luces
juegan a hipnotizar
y el juego dura
lo que quieras tú
después, vuelve el andar
empujan inquietos los pies
que por rápido que se quieran alejar
es imposible sacarnos ya
del silencio y la quietud
de la memoria de los brillos al abrazar.