Cesta
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Tras los fuertes aguaceros
queda el aire limpio y puro
y al llegar la tarde
el sol y las nubes de verano
construyen formas enormes:
montañas, castillos, islas, océanos...
y luminosos caminos
por donde se filtra la última luz de la tarde
en potentes rayos solares
antes, un poco antes
de que se haga dueña de los cielos
la noche