Cesta
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Entre el ruido del restaurante
se abrió paso una melodía
como un brillo de luna
sobre una tierra nevada
iluminándolo todo
la luna, era una pianista
y no sé su nombre
la tierra nevada, una melodía
y sí sé lo que sonaba
Aleluya, de Leonard Cohen
en una versión sencilla y preciosa
después, volvió el barullo
que se hizo impenetrable a la música
en la distancia de mi mesa
vi que la pianista seguía tocando...
a veces se viven realidades
que parecen sueños.