Cesta
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Una ciudad dormida
en eterno susurro de olas
el destino marcado, su geografía
un sueño, siempre el mismo, nunca cambia
noches de primavera, en el silencio, serenas
el aire es solo brisa
el cielo desnudo
vestido apenas de oscuras transparencias
y del titilante brillo de estrellas
estrellas sin orbita, soles de un solo planeta
prendidas en esta tierra, pacientes, eternas
y ahí siguen, las cuatro estaciones del año
costra de luz sobre aguas ciegas
eterna fotografía quieta.