Cesta
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Cerrada la ventana
una mañana cualquiera
la luz se queda fuera
entretenida con los aromas
de las flores, la piedra, la madera
en silencio, en paz, lejos de las guerras...
si no existieran rincones en el mundo
mimados por manos jardineras
y corazones claros
perennes sembradores de primaveras
donde el horror no, no llega
se moriría la luz de vergüenza.