Cesta
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El camino que lleva al mar
nunca es el mismo
ni ningún día es igual
cuando al llegar a la orilla
se siente el abrazo eterno
del cielo y del mar
del viento viajero
y de las olas al arribar
en la arena, los pies varados
la mirada se lleva el alma, lejos
asomada a recuerdos infantiles
de cuando cogidos de la mano
perdíamos los temores
y entre risas, gritos y miedos
nos atrevíamos a entrar,
todos los caminos que llevan al mar
esconden recuerdos... muchos con sabor a sal.