Cesta
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Del ruido se aprende, sobre todo
la huida
y la búsqueda de lugares placenteros
como la luz del bosque profundo
y su ritmo natural de la vida
los íntimos silencios, apenas rotos
por leves sonidos agazapados
en voces de animales escondidos
ráfagas de vientos huidizos
campanos viejos del ganado
arrullos de aguas por sus cauces...
un eterno saludo de bienvenida
que con su paz acoge
a todos los desertores del ruido.