Cesta
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De las cosas que no aprendimos
a pesar de los castigos impuestos
y que con el paso de los años
celebramos no habernos dejado engañar,
es caer en la tentación de las lecturas proscritas
y aunque no todas valgan la pena
lo prohibido, pecar y seguir pecando
es aún hoy
la mejor venganza a la estupidez
de aquellas rancias enseñanzas
que condenaban a los infiernos
libros, películas, revistas, canciones...
donde, parece ser, se escondía el mal
leer, sigue y seguirá siendo, un pecado genial.