Lugares únicos
Nos recibe el aire...
lo primero
recién llegados, a nuevas geografías
nos recibe su aroma, su luz
su textura, su cálido o gélido tacto
que crean una sensación... ya imborrable
perenne, ajena al olvido, evocadora
y pasado el tiempo
quizá transitando plácidamente
entre arquitecturas extrañas
podemos reconocer en el aire, un indicio, algo
de lo que hemos percibido en otro lugar
y nos parecerá un error de los sentidos
que poco a poco, iremos corrigiendo
ayudados por los descubrimientos
que nuestros pasos y, sobre todo, la nariz
nos irá desvelando
porque no hay dos puntos en el mundo
con el aire idéntico, ni en aroma, luz, textura, tacto...