Cesta
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Nada hay tan grande
como la vida de los pequeños
cuando estar en el cielo
es vivir junto a la madre
tomar alimento de su cuerpo
y sentir el cálido y protector abrigo
de su aliento
y solo con saber eso
por instinto o aprendizaje
ya se sabe lo más importante
sin imaginar aún
hasta dónde llega una madre
defendiendo la vida de su cría
en numerosas ocasiones
poniendo en peligro la suya
sin pensarlo ni un segundo.