Cesta
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La libertad de volar libre
que imaginamos en las aves
la sentimos de alguna manera
al asomarnos a la altura
al dominar un paisaje
al sentir el viento en la cara
al calcular la línea recta
o los quiebros que daríamos
para acercarnos a un punto lejano ...
nos gusta rozar lo imposible
saborearlo y sobre todo, asombrarnos al descubrir
lo grande que pueden ser los sueños
y la cantidad de imposibles
con los que convivimos a diario
pero al ver lo que ha conseguido el ser humano
en el transcurso de siglos y siglos
gracias a saber y reconocer
lo pequeños que somos,
porque cuando se quiere llegar lejos
se debe ir paso a paso.