Cesta
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La ciudad que me vio crecer
hoy parece una ciudad dormida
la lluvia mece mansamente su geografía
amortigua los sonidos del tráfico
un rumor de mortecino silencio
llena de intimidad la soledad del aire
veo asomar su eterna arquitectura húmeda
difuminada por la luz tenue
tras un velo de agua
todo está cambiado, también en los jardines
y lo que más se echa en falta
es ver a los regordetes gorriones
retorciéndose en las ramas de los árboles
en los bancos, en la estatua del escritor
por todas partes...