Cesta
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Cuando tú te hayas ido
quedará la noche desnuda
perdido el brillo de las estrellas lejanas
el denso aroma de los rosales cercanos
el tacto húmedo del abrazo del aire
cuando tú te hayas ido
y el frio de la ausencia
vuelva a cubrir la madera callada
de nuestro banco del parque
nacerá, de la ausencia de todo
mil veces la memoria, de mil instantes
que en un día de verano abrió
un infinito inabarcable.