Cesta
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En el lento silencio del sol
recorriendo el cielo, cada día
la luz viste de brillos, y de sombras
a la desnuda piedra
y se deja dibujar por los vientos
que, al pasar, la rozan
las noches oscuras esconde sus formas
las claras, las adorna con rayos de plata
cuando la lluvia cae y se estrella ciega
a veces, apacible
a veces, furiosa
va marcando, sobre la dura piel
un ritmo, cada una de las gotas
dando vida con el vivo pálpito
del corazón impetuoso de las aguas
y si las piedras hablaran...
dicen
y claro que hablan
pero hay que ser niño o anciano
para escuchar los secretos que guardan.