Cesta
0
0,00 €
Se pierden las palabras que leemos
no llegan a ningún sitio
desparecen en algún limbo
cuando andamos metidos, sin darnos cuenta
en extrañas abstracciones por mundos perdidos
con un libro en las manos
y al dejar a la mente libre, sin ataduras
disfrutar del placer del extravío, un rato
produce un placer, único
una plenitud, absoluta
un estado de calma, total
algo, que también hay que añadir
al gozoso placer de la lectura.