Cesta
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Asomarse a cualquier esquina
de un pueblo tranquilo, una tarde
y contemplar el silencio
el silencio que roza las calles
de los ensimismados gatos
que entre sombras andan
buscan, juegan, se detienen...
por calles devotas de sus pasos
donde el tiempo, parece detenido
donde el tiempo, perece de abandono
donde el tiempo, se aferra a la memoria
eterna memoria de un instante repetido
que sigue, y seguirá siempre
siendo un asombroso descubrimiento.