Cesta
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Se prende el bosque
cada otoño
de paz, de bellezas, de frutos
de tactos, arrullos, colores, aromas, sabores...
que llenan y colman los cinco sentidos
nostalgias, memorias lejanas
de aquellas impaciente esperas
asombrados de la maña del castañero
para asar los frutos y no quemarse
al llenar los cucuruchos de castañas
y el siempre protestado reparto
con los hermanos
y el calor gozoso en las infantiles manos
al recibir mi parte,
se prende el alma de añoranzas
al ver el pulido brillos de las castañas.