Cesta
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Sonaban campanas...
el aire impregnado
engalanado con tañidos de bronce
música escapando del valle
trasparente y alegre
ascendiendo lenta y feliz
al ritmo de volteretas
tan... tan... tantán...
nota a nota
entregadas a la luz brillante
al azul, al verdor, a los cristalinos torrentes
y en calvero
quietos, respetuosos, maravillados
en nuestra sala de conciertos
sonaban campanas, y tú y yo, sí
sí sabíamos dónde.