Cesta
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Cuando el viento cae
las velas no portan
da igual el rumbo que se ponga
el barco no gobierna
las corrientes, mandan
y hasta las distancias pequeñas
se alejan,
el silencio de los obenques...
la pereza de las escotas...
el desconcierto del timón...
el vacío que pende en el aire
pesa,
no se puede guardar viento
para cuando se necesite y no haya,
quizá la calma
sea aceptar la ausencia.