Cesta
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Parecen quietas las aguas
pero juegan, siempre juegan
mecen los barcos al son de las mareas
con el arrullo de leves roces
que mansos chapotean
y van durmiendo las horas
mientras brillos y resplandores
flotan como gaviotas
en vuelos acrobáticos, rasantes
en espejos de luz... y de calma,
todo es calma
si el cabo sujeta firme
al barco, al muelle, a tierra...
y en la dársena, hay calma.