Cesta
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Bajo un nuevo cielo azul
están ahora los viejos árboles
del paseo de Pereda,
altas notas de vidas vivas
entre las piedras muy nobles
que soberbias, miran al mar...
desnudos, alineados, silenciosos
asustados quizá, por la mudanza
a un lugar extraño, lejos de las brisas de sal
del trasiego de paseantes
de las músicas del templete
y de las campanas de la Catedral
de la luz de las farolas
que todas las noches, todas
acunaban su soledad
bienvenidos os digo, árboles
raíces como las vuestras
aunque sea ya en la memoria
cuentan la historia de esta ciudad.