Cesta
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No se puede imaginar
un mundo sin mar
un mar sin tierra
una tierra sin cielo
un cielo sin luz
una luz sin color
y al contemplarlo todo
desde alguna de las atalayas
miradores, balcones, orillas...
a los que podemos asomarnos
seguramente, nos sentiremos
los seres más ricos del mundo
por eso, es impensable imaginar
no dedicar tiempo cada día
a mirar a nuestro alrededor
con los ojos bien abiertos.