Aquí

A cielo abierto

frente a las huellas del tiempo

del aire, del agua, del sol,

de incontables seres humanos

en un espacio inabarcable

que sentimos como propio

paisaje que de mil maneras

recorremos a diario

con la mirada y con nostalgias

con pasión y resignación

con miedos y esperanzas

amenazado eternamente

por evitables luchas e intereses,

maestro de nuestro carácter

luz de nuestro vivir...

a cielo abierto sí, a veces

no terminamos de creer

que este paraíso que habitamos

pueda existir

y hagamos tan poco

para que siga siendo así.