Cesta
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Un día, perdí la prisa...
en una esquina, entre dos calles
miré los rótulos y descubrí sus nombres
nombres de poetas gigantes
nombres propios y de todos
nombres escritos con mayúsculas
al leerlos, en sus abandonadas placas
sentí voces próximas y eternas
recordé algunas palabras
reconstruí con ellas, incluso, algún verso
admiré de nuevo su vida de militancia
infatigable lucha por la paz y la belleza...
sí, recuerdo el día que perdí la prisa en una esquina
entre dos calles con nombres de poetas
un veintitrés de abril, el día del libro
y ya sin prisa, me dejé llevar...
caí en la tentación de recorrer
algunas librerías.