Cesta
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Amenaza tormenta
pensamos en huir, lo primero
escapar, correr, guarecerse...
pero es tan fácil sentirse atraído
caer, en la absorta contemplación
de la naturaleza desatada
el temor no puede a la fascinación
la inmensidad nos empequeñece
y nos quedamos mirando todo
los contrastes de luz
los colores teñidos de miedos
el veloz transitar de las nubes
el mar encrespándose
la fuerza invencible...
sí, todo nos empequeñece
entonces, volvemos a ser ese niño
que se escondía bajo las sabanas
asustado por los truenos...
sí, por una sensación tan viva
merece la pena mojarse.