Cesta
0
0,00 €
El resplandor de aquella luna
dejó dos bellas luces
una, en las miradas iluminadas
y en el calor de los besos ciegos la otra
el resplandor de aquella luna
dejó dos brillos perennes
de plata, en la estela del mar
y de oro, en el silencio de la arena
el resplandor de aquella luna
dos sombras largas, dejó
la codiciosa memoria de la pasión
y la oscura soledad desde aquel día
volvió esa luna, volvió
y tú ya no estabas
ni tampoco estaba yo...